La mamá y el blog

¡Hola! Quería hablaros sobre los pañales de tela que hemos estado usando y que desde estas Navidades hemos dejado de usar. Desde el embarazo de Esther pensé que sería una muy buena idea usarlos porque son mejores para la piel del niño y además no se contamina ni de lejos lo mismo que con los desechables. El caso es que hasta que la niña no tuvo un año no pudimos comprarlos. Hemos estado usándolos durante un año y medio con muy buenos resultados tanto a nivel de las irritaciones por cacas, salida de dientes y demás historias, como porque no hemos tenido ningún escape. Nos hemos decidido a dejarlos porque Esther con 2 años y medio hace mucha cantidad de pipí y había que cambiar el pañal cada dos horas y apurando, que de lo contrario se podía mojar el bodie y el pantalón; es difícil que si los absorbentes están muy llenos no se moje el bodie o el pantalón porque al moverse el niño (y ya con 2 años anda, corre y hace de todo) se suele meter un poco en el pañal la ropa.

Hola! Aunque ya estamos casi a mitad de Enero me he animado a escribir un poco sobre mis impresiones del año que se fue. Estoy contenta porque me quedé embarazada y, aunque lo perdí, pude sentir de nuevo todas esas sensaciones que te dan ese estado, aunque fueran sólo las del comienzo. Afronté con valentía el hecho de que el feto no tenía latido y la decisión de que no hubiera intervención para que mi cuerpo lo expulsara, sintiendo a ratos que me desesperaba y que lo mismo mi cuerpo no iba a funcionar.. aunque lo hizo perfectamente y me siento orgullosa de haber pasado por aquél proceso y de que mi pareja estuviera allí a mi lado, sintiendo más miedo que yo pero estando junto a mí. El año pasado Esther creció y cuando tenía más o menos 1 año y 7 meses o así empezó a dormir mejor y a dejarnos dormir, con lo que el cansancio ha sido mucho menor y por lo tanto una se encuentra mucho mejor en todos los aspectos. Estoy feliz de haber mantenido la lactancia aunque en verano, con