Aborto diferido y manejo expectante en el primer trimestre
¡Hola a todos!
Cuando nos enteramos este verano que estaba embarazada de nuevo fue una alegría enorme porque llevábamos buscando un hermano desde que Esther nació, hacía prácticamente dos años.
En la primera ecografía, a finales de Agosto, la ginecóloga
nos dio la noticia de que el embrión había parado su desarrollo sobre la semana
6 y que no había latido. Ciertamente no pensé que tenía que expulsar nada, sino
que volvería la regla y podríamos empezar a buscar de nuevo, pero cuando la ginecóloga
me dijo que había dos opciones: usar unas pastillas vaginales (hormonas para
provocar contracciones uterinas y expulsar todo) o hacer un legrado, le
pregunté si podíamos esperar a que el cuerpo lo expulsara solo, así no me
sometía a ningún legrado (algo sumamente agresivo bajo mi punto de vista, y con
muchos riesgos) ni ponía en peligro una lactancia de dos años al usar las
hormonas. Me dijo que no había ningún problema en esperar y que observara si
tenía fiebre o flujo con mal olor ya que en tal caso podíamos estar ante una
infección y tenía que ir a urgencias de forma inmediata; por supuesto me estuve
observando todo el tiempo hasta que un mes después de escuchar que no había latido, ver a la ginecóloga dos veces más y confirmar que aún seguía ahí el
embrión y todo lo demás, pues una tarde empecé a tener contracciones (dolor
como a la altura del cuello del útero y también en la espalda), y esa noche me
desperté con contracciones cada vez más dolorosas y no recuerdo si cada vez más
cercanas entre sí. Avisé a mi pareja y me ayudó a ir al baño donde vimos que
tenía sangre; sentí que lo mejor era estar tumbada y fui a otra cama (con
toallas para no manchar las sábanas, aunque quedó todo manchado..) donde estuve
hasta que todo terminó unas dos horas más tarde. Las contracciones en dos
ocasiones fueron aumentando en intensidad y, después de varias bastante
dolorosas, vomité y expulsé algo "gordo", como un tejido de unos 5-7
cm; me imagino que lo primero que expulsé fue el embrión y lo segundo la
placenta (así me lo sugirió el matrón cuando fui a verlo y contarle lo que
había pasado). Aparte de todo esto, que fue un proceso similar a un parto pero
con contracciones no tan dolorosas ni mucho menos, expulsé muchísima sangre y
cuando fui al baño, después de que todo acabara, expulsé también varios coágulos
grandes que sonaron al caer al agua. Como vi que todo había terminado me puse una compresa de celulosa
(que tenía por casa de cuando Esther nació) y
me dormí, que aunque no fueron más de dos horas descansé bastante, y esa
mañana empapé varias compresas de celulosa. Ya por la tarde estaba muchísimo mejor
y con mucho ánimo, muy contenta y orgullosa de mí misma por haber dejado a mi
cuerpo funcionar y sabiendo que había funcionado perfectamente, que ya no
quedaba nada dentro. Los primeros días tuve bastante sangre pero fue bajando la
intensidad con el paso de los días, aunque después de dos semanas aún mancho
muy poco y de forma casi testimonial. A los dos días (el lunes, porque esto me
ocurrió la noche del viernes al sábado) fui a que el matrón me viese por si
acaso, y me comentó que seguramente estuviera de unas 9-10 semanas en lugar de
6 ya que de lo contrario el aborto hubiera sido como una regla más intensa, con
más sangre y dolor de lo habitual. Al cabo de una semana fui a la ginecóloga
que después de hacerme una ecografía vio que había expulsado todo y estaba
perfecto.
Los indicios de que mi cuerpo, varios días antes, estaba
preparándose para expulsar al embrión fueron los siguientes:
* Manchados de sangre roja dos días antes, que en ese mes tuve
algún manchado pero era en tonos marrones
* Dolor de cabeza desde tres días antes o así, aunque
estuvimos en Madrid tres días y no sé si achacarlos a la contaminación y el
ruido.
* Pinchazos en la zona del ombligo la noche anterior, muy
intensos y si estaba boca abajo me dolía bastante.
Después de haber pasado por este proceso me siento muy bien
por haber confiado en mi cuerpo y escucharlo para saber que esa noche no iba a
ocurrir nada malo, y por supuesto si yo me hubiese encontrado muy mal o hubiese
tenido fiebre o mucha hemorragia hubiera ido a urgencias de cabeza, pero todo
fue como un parto: contracciones en aumento, expulsar la primera vez al embrión
y la segunda la placenta, y descansar, y tanta sangre como si hubiéramos
cometido un asesinato allí mismo :)
Espero haber ayudado a dar un poco de luz sobre esto, ya que
yo no encontré casi nada de información sobre los procesos de abortos naturales
y menos que una mujer decida esperar. Lo poco que encontré fue en la web de El
parto es nuestro y algún testimonio en foros, pero nada pormenorizado.
Quería agradecer tanto a la ginecóloga que no me presionó en
ningún momento para intervenir en el proceso natural como al matrón que me
explicó todo perfectamente.
Siento que la entrada sea un poco escatológica pero es este tipo de descripción lo que yo buscaba, algo detallado.
Imagen sacada de Google Imágenes
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